Las distracciones que se producen al manipular elementos cuando se va conduciendo, así como las derivadas del desconocimiento de las nuevas tecnologías que incorpora el automóvil han sido analizadas en el último estudio impulsado por las empresas BP, Castrol y el RACE que se unen de nuevo para estudiar las acciones más frecuentes que un automovilista realiza al ir conduciendo. Manipular mandos u otros elementos interiores, la percepción que tiene el conductor sobre el riesgo que pueden suponer estas acciones, y el nivel de conocimiento existente de las funciones más avanzadas de los vehículos, son algunos de los elementos analizados. El estudio recoge la percepción de más de 1000 conductores representativos según sexo, edad y lugar de residencia.
Un dato relevante es que, de media en cada trayecto, cada conductor realiza seis acciones que le suponen perder de vista la atención en la circulación. Y la distracción, en España, es el primer factor humano que interviene cuando se produce un accidente de tráfico. Por ello, BP, Castrol y el RACE han puesto en marcha la campaña #manosalvolante para concienciar sobre el peligro que suponen las “distracciones manipulativas” y la importancia de conocer las tecnologías del vehículo. La iniciativa quiere mejorar la seguridad en todos los desplazamientos, ya sean de corto o de largo recorrido, mediante un comportamiento responsable.
¿Qué puede originar una distracción?
A la pregunta sobre qué acciones pueden originar una distracción dentro del vehículo, el estudio confirma que existen las derivadas de llevar a cabo acciones tradicionales como por ejemplo buscar algo en la guantera. Otras están más relacionadas con los dispositivos que podemos encontrar en los vehículos, que podríamos llamar “distracciones tecnológicas” como por ejemplo manipular el navegador o la radio. Por último, un nuevo modelo de distracción, menos analizado hasta ahora: el relacionado con el desconocimiento de las funciones avanzadas que ofrecen los vehículos, como por ejemplo, el limitador de la velocidad, el control de velocidad o el sistema de alerta de cambio de carril, entre otras.
«Aunque en los últimos años la información que recibe el conductor a través de los dispositivos a bordo ha mejorado en gran medida, existe mucho desconocimiento sobre las tecnologías que incorporan los vehículos más modernos, sistemas de interacción entre el conductor y el automóvil, que suponen una gran ayuda para evitar los accidentes de tráfico», detalla la información. Ante estas nuevas tecnologías, el 62% de los conductores encuestados considera que le ayuda bastante en la conducción, y también les da confianza en un 49% de los casos. Pero la falta de conocimiento que existe sobre el funcionamiento de estas tecnologías puede tener efectos negativos en la conducción, ya que un 6% llega a asustarse por estos sistemas; a un 13% les estresa, a un 14% les crea incertidumbre y a un 25% les llega a distraer bastante o mucho.
Un 4% de los encuestados accede a internet desde el vehículo
Los conductores españoles reconocen que, a diario, realizan determinadas acciones de forma habitual, y que van asociadas a una conducción normal, como usar el limpiaparabrisas o luces en un 97% de los casos; un 94% sube y baja las ventanillas, el 89% regula el aire acondicionado, y el 88% manipula la radio, el mp3 o escucha cds. Estas acciones, aunque son más frecuentes, implican un menor nivel de distracción.
Según pone de manifiesto el estudio, existe un segundo tipo donde el nivel de distracción es mayor porque va aumentando el riesgo de no ir atento al tráfico. Por ejemplo, existe un 42% de conductores que regula los retrovisores mientras conduce, el 22% confiesa regular la posición del asiento o reposacabezas, y un 28% de los conductores reconoce que maneja el navegador/Gps mientras está en circulación. Todas estas acciones deben realizarse antes de comenzar el desplazamiento, con el vehículo parado, sin poner en peligro la circulación.
Por último, hay un tercer grupo de acciones que se realizan en menor medida pero implican una mayor distracción y un mayor nivel de riesgo. Un 4% de conductores que accede a internet desde el vehículo, un 14% que mientras conduce intenta sincronizar dispositivos con el vehículo, un 16% que busca objetos en la guantera o el 22% que usa el ordenador de a bordo.
Las distracciones son la primera causa de accidente de tráfico en España
Las acciones que se consideran de “mucho riesgo” mientras se conduce son principalmente tres: buscar objetos en la guantera, intentar sincronizar dispositivos del vehículo y el acceso a internet desde el automóvil. Se trata de situaciones que requieren de la atención del conductor, y por tanto les hace circular sin estar pendiente de las circunstancias del tráfico y la vía.Si preguntamos a los conductores no solo acerca de su percepción del riesgo sino acerca de su propia experiencia, es decir, de lo que ellos se han distraído al realizar alguna de estas acciones, las respuestas coinciden: el riesgo que creen que tienen esas situaciones es real. Del total de conductores encuestados, una media del 58% se ha distraído alguna vez al volante al manipular elementos del interior del vehículo, sobre todo cuando han intentado acceder a internet desde el vehículo (un 72%), al manejar el navegador/GPS (70%), al intentar sincronizar dispositivos con el vehículo (63%) y por buscar objetos en la guantera (59%).
Las distracciones son, en España, la primera causa de accidente de tráfico. Si tenemos en cuenta el riesgo de sufrir un accidente, el 18% de los conductores que intentaba acceder a internet mientras conducía se distrajeron, así como el 15% de usuarios que intentó regular la posición del asiento/ reposacabezas. En estos casos todos se vieron envueltos en una situación de mucho riesgo en el tráfico.
(Noticia extraída de INESE)